Recostada solo unos instantes sobre el muro blanco del pórtico de este "Chalet"de altura (2.074 mts), respiro por cada uno de mis poros los rayos Divinos de Sol. Vacía aun de ensoñamiento los efectos embriagadores no tardan en aparecer. La dulce pesadez se manifiesta en todos mis miembros anulando su capacidad cognitiva. Mis sentidos emborrachados reciben a su libre interpretación las emociones destiladas de este bello lugar. Así, se me antoja que este modesto edificio es un Gran Navío de maderas nobles con las que solo se pueden construir las goletas que gozan de vida propia. Amarrado para siempre en esta dársena estacional, se lamenta de su cautividad. La imposibilidad de navegar a los diferentes destinos que se le muestran ahí delante entristecen su espíritu aventurero. Desde sus ventanales, ahora cerrados por contraventanas de color azul, como unos ojos cerrados reteniendo la idílica vista de los enormes paredones vestidos de seda blanca que emergen frente a su vista, me imagino, jadeante, ... seguir leyendo »