Aprovechando que el hijo del Cronista estaba por tierras malagueñas, que siempre se ve obligado a hollar en solitario el citado por abandono de la grey amiga, consintió en rendir visita al Caminito del Rey con la previsible bullanga turística (y en algunos casos patosa). Obviamente es interesante, sobre todo porque con ese mismo hijo (el Cronista no tiene otro, si otra hija, pero no hijo) hace casi veinte años cuando sí era una aventura lo holló en parte, hasta que el número de agujeros y que al pisar en un determinado momento se abrió uno nuevo, les aconsejaron dar media vuelta para mantener su integridad física.
Fue un recorrido rápido, tanto que alcanzamos al grupo que nos precedía (cada media hora sale una caterva) y llegamos a comer a Benalmádena.
Infórmase a quien quiera transitarlo que, aunque aparentemente hay ir provisto del oportuno billete por internet, siempre guardan algunos para su venta a la entrada.
Calor sofocante y bellas vistas, sin ... seguir leyendo »
Son las 6 de la mañana cuando comenzamos a caminar, apenas está amaneciendo. Hoy nos va a acompañar Miguel Ángel pues se transita por pistas aptas para su lesión. Por una senda acabamos saliendo al bar de Pereira y cruzamos la carretera para bajar junto al río Chamoso hacia San Miguel y Souto de Torres por senderos que en algunos casos están invadidos por helechos y hierbajos, en paralelo a la carretera que va a unos centenares de metros a nuestra izquierda. En ninguno de estos caseríos hay ni bar ni servicios, así que en pleno monte, tras dejar atrás Vilar de Cas, a las 8 menos diez, hacemos un alto en una antigua cantera, sentados en unas viejas sillas de sus abandonadas oficinas.
Pocos metros antes, ha sido Javier quien, emulando a Félix ha obrado conveniente y liberatoriamente.
Poco después, en Gondar, nos encontramos con un área de "vending" (hasta con microondas). Nos detenemos para complementar la refacción precedente. ... seguir leyendo »
El hospitalero nos había dado ayer una indicaciones preciosas y acertados consejos. En efecto, para llegar a Lugo en la jornada nona se nos presentaban varias alternativas:
1. Fonsagrada – Castroverde, en la jornada de hoy (con el inconveniente de que tendríamos que recorrer para llegar nada menos que 32 km, dejando para la última jornada 21,9 km
2. Fonsasgrada – O Cádavo (Baleira), lo que supondría hacer en la jornada de hoy 23,4 km, pero dejando para la última 30,5 km
En ambos casos, era ya demasiado para nuestras maltrechas andaderas. Había, no obstante, otra alternativa, sugerida por el citado hospitalero: tomar el primer autobús que presta servicio de Fonsagrada a Lugo y bajarnos en algún punto intermedio.
Estudiado el caso y con una pinza en la nariz (especialmente Félix en la suya, como luego veremos) decidimos esta tercera vía como la más razonable; además, el madrugón no era necesario, ya que el autobús ... seguir leyendo »
Iniciamos otra semana. Hoy vamos a caminar hasta Fonsagrada y hemos de recorrer una de las etapas más largas, con un fuerte desnivel de partida. Atravesaremos la muga entre Asturias y Galicia, y la dirección de las conchas cambia.
Salimos a las 7 menos diez; el camino sigue paralelo a la carretera, y en muchos tramos por la misma. A la altura del km. 8, ya caminamos por asfalto repechando 2 kms hasta Peñafuente, en que la abandonamos para subir por sendas por el Monte do Zarro. Dura subida, que parece no acaba nunca. ¡Cómo echamos de menos el cielo cubierto! Hoy el sol se ceba implacable sobre los caminantes.
Poco antes de alcanzar la carretera nos adelantan unos ciclistas portugueses, y arriba, en el cruce del carril con la carretera y el desvío a Bustelo, nos encontramos con Miguel Ángel, Nacho y su peña. Hacemos un alto para un refrigerio, y los camineros de carretera siguen por ella rumbo al Puerto del Acebo. ... seguir leyendo »
Antes de las 6:30 ya estamos caminando. Miguel Ángel ha decidido seguir por carretera (20 km) y nosotros lo haremos por el Camino. Tras un par de kms por senderos, salimos a una carretera local; es domingo y temprano y no hay tráfico. Así llegamos a La Mesa y comienza un fuerte repecho donde, a medio camino un ternero implora una ayuda que no podemos darle para volver con mamá vaca. Jean Louis nos adelanta. Llegamos, por fin, a coronar el Collado de Los Coriscos a partir de donde comienza un prolongado descenso, primero por asfalto, y desde Buspol por un serpenteante sendero.
Desde el collado la vista es espectacular, con todo el valle del Navia inmerso bajo una espesa capa de albas nubes.
En Buspol nos alcanzan los "tres mosqueteros", que ya habíamos divisado tras nosotros cuando alcanzábamos La Mesa.
Bajan mucho más rápidos y se pierden en la niebla, aunque seguimos oyendo sus voces durante un buen rato. Bajamos y ... seguir leyendo »
Hemos decidido seguir la Ruta de los Hospitales, llamada así porque hasta el S XVII hubo varios, que acabaron abandonados por la falta de parroquianos. Hoy no son sino montones de piedra apenas reconocibles. Miguel Ángel no está en condiciones de atacar los senderos irregulares, así que acordamos que se esperará hasta que abra el Barín y de allí un taxi le llevará hasta Pola de Allande desde donde, por carretera irá hasta Berducedo, nuestro próximo punto de recalada.
A las 6 y cinco ya estamos caminando. Como el Barín no abre hasta las 7, decidimos que ya desayunaremos más adelante. Una hora más tarde abandonamos la civilización (lugares habitados), al dejar atrás el caserío de La Mortera, emprendiendo una subida hacia las sierras (Fanfaraón y del Palo), que jalonan estos agrestes y solitarios parajes.
Advertimos a Félix que el agua del albergue no era potable (9). Afortunadamente, encontramos una fuente de aguas extraordinarias ... seguir leyendo »
De buena mañana nos lavamos, pertrechamos y nos vamos de nuevo al Bodegón a por el desayuno, apalabrado el día anterior. Explicamos a la camarera el problema de Miguel Ángel para ver qué solución podemos encontrar para regresar en principio a Oviedo, pero él insiste en seguir y nos propone la señora que se vaya hasta Borres con la limpiadora del albergue, extranjera (pero de confianza, apostilla) que es amiga suya y se desplaza todos los días en coche. De este modo llegará el primero y podrá agenciarnos unas buenas camas (aún no sabíamos dónde íbamos a meternos, pero no había otro remedio).
Así que dejamos al romero lesionado a cubierto y nos lanzamos bajo la lluvia a atacar la cuesta de salida, para bajar de nuevo hasta otra calle y tomar un carreteril asfaltado que nos saca de Tineo. Poco después de abandonar las últimas casas, hacemos un alto junto a la Fuente de San Juan, donde Félix se recoloca el chubasquero, protegido por las capas de ... seguir leyendo »
Salimos a las 7 menos cuarto, y rápidamente nos internamos en un frondoso bosque, por un sendero que sube imparable, remontando el río. Lo abandonamos temporalmente por la derecha para bajar hasta la Cascada del Nonaya, y en la remonta, nos topamos con Fernando que ha tenido ardores nocturnos. La lluvia ya ha empezado, y no parece que vaya a abandonarnos durante el trayecto, a juzgar por los pronósticos meteorológicos. En el Llanón abordamos un buen trecho por la carretera. Es la N-634, muy transitada, y no hay arcén. No se entiende muy bien cómo no se han habilitado otras alternativas. El caso es que en una curva sin visibilidad casi nos lleva por delante un camión. Por fin llegamos al desvío por un camino a la izquierda por el que seguimos a Porciles y Bodenaya, al pie de la Sierra homónima.
En La Espina abandonamos, por fin, la vecindad de la peligrosa carretera, y ya, por caminos seguimos rumbo SW. Hacia las 10 estamos ya bien remojados y, ... seguir leyendo »
A las 6:45 ya estamos andando. Fuerte subida para entrar en calor hacia El Fresno, desnivel que perdemos en la bajada hacia el Narcea, para caer en la carretera que va hacia Pravia y que seguimos junto al río durante algo menos de un km hasta el cruce con la N-634, en La Rodriga: allí hay un área recreativa con mesas y hacemos nuestra parada para la refacción mañanera, cómodamente aposentados durante unos 20’. Nos adelantan algunos colegas camineros, que luego volveremos a ver en el destino. Hemos de seguir hasta Cornellana para cruzar el río, y desandar por la otra orilla por el Monasterio del Salvador hasta Sobrerriba, bordeando luego el río Nonaya, siempre a manderecha hasta que lo cruzamos por un puente a la altura de Casazorrina, para volverlo a cruzar 500 m más adelante. Entramos poco después en Salas, pasando por delante de una fábrica de lácteos de una conocida marca, y la lluvia, que ya amenazaba desde hace rato, arranca. ... seguir leyendo »
Alojados en una celda de cuatro en el antiguo Seminario de Oviedo, relativamente descansados, nos levantamos de buena mañana y nos aprestamos a nuestro primer viaje con destino a Grado. Antes de las 6:20 ya estamos caminando, pero hemos de atravesar prácticamente toda la ciudad de SW a NE. En el camino vemos un bar y desayunamos con Víctor, con quien vamos a coincidir en varios lugares a lo largo de nuestro viaje. No es sino más de una hora después de iniciada nuestra andadura, a las ocho menos veinte, cuando dejamos atrás las últimas casas de la ciudad en dirección a Escamplero. A donde llegamos a las 10. Es hora de almorzar, pero el único bar –en una encrucijada- "Casa Concha", está cerrado. Pero en la zaguera hay en lo alto de una colina unas mesas y allí aposentamos nuestros reales, al igual que lo hacen Antonio y Pilar, que se convertirán en compañeros nuestros a partir de la siguiente etapa, merced a una gorra, como se expone más abajo. De ... seguir leyendo »