La cueva de Manatuero-Malapreciata es una pequeña cavidad con dos bocas, algunas galerías y unos pasos finales bastante estrechos antes de salir por Malapreciata.
Se abre en el barranco del mismo nombre, en las inmediaciones de Buerba, pequeño pueblo del Sobrarbe que ha revivido desde el casi abandono, gracias al asfaltado de la carretera que comunica Vió con Puyarruego y Escalona por el antiguo camino de Las Treviasas.
La cavidad actúa como surgencia aportando agua al barranco, que normalmente baja seco hasta ella. El descenso del mismo como tal no tiene mucho interés sino es que se utiliza como acceso a la garganta del río Yesa, del cual es tributario, aunque a partir de la surgencia tiene algún rincón bastante majo.
40 años practicando espeleo son bastantes años, para una afición poco conocida y generalmente extraña para el público.
Desde sus inicios con el GM Gelera, donde coincidimos, hasta las campañas de Arañonera con el Espeleo Club de Gracia.
Nuestro compañero quería celebrar el acontecimiento en la misma cavidad donde empezó, el avenc del Llest, y allí nos reunimos algunos colegas para acompañarlo, qué menos.
De esta cavidad había presentado alguna foto, pero aún tenía algún rincón interesante que había quedado pendiente, una galería superior con abundantes formaciones de calcita que crecen en las paredes de conglomerado. A él se las dedico.
El río Jalle, que discurre en general por un amplio lecho, creo que de flysch, forma una característica garganta tubular, oscura y muy encajonada, al llegar a un estrato calizo intercalado. En la estrechez forma rincones bastante atractivos estéticamente, donde la cuestión que marca su mayor interés, tanto para hacer fotos como para disfrutar del ambiente, es el juego de luces, contrastes y claroscuros, que se crea cuando el sol incide en ella de forma vertical. Si entras demasiado pronto o demasiado tarde la posibilidad de la fotografía se ve muy mermada por la ausencia de iluminación.
Por lo tanto, es altamente recomendable esperar al medio día solar para iniciar su descenso, aún cuando la elevada frecuentación del lugar nos hace descontrolar un poco los horarios.
En esta ocasión no coincidimos con grupos del país ni con franceses, tan habituales por aquí, sino con un grupo de italianos y otro de nórdicos. Parece que la fama de los barrancos del Sobrarbe traspasa fronteras, más ... seguir leyendo »