Las fotos tienen ya algunos años, creo que las hice en el 2003 con una pequeña cámara de los primeros modelos digitales que salieron al mercado. No daba para más, la diferencia con las actuales es grande, incluso algún móvil quizás puede hacer fotos mejores. A ver cómo quedan, no tienen más de 200 o 300 kb.
Bueno, la ascensión desde el Ampriu, pistas de Cerler, és rápida y directa. Ahora, además, la pista se ha ampliado hacia allá. Remontas la pista y has de ir a buscar hacia la derecha la última pala, con buena inclinación, que sube directa. De bajada es disfrutona, aunque hay que tener cuidado con los aludes. Fuimos a principios del invierno y la nieve, no muy abundante, estaba bien asentada. Arriba dejas los esquís y continúas por la cresta hasta la cima.
El avance del acantilado por la erosión marina ha seccionado una parte de esta curiosa cavidad, un antiguo sumidero, que se abre en primera línea de mar y acaba sobre el agua. El mismo efecto erosivo también ha afectado a todos los fenómenos reconstructivos que originariamente pudieron existir. Algún vestigio se puede observar en las paredes.
El descenso es agradable, primero abierto, luego cerrado para acabar otra vez al sol. El ambiente, particular, con el oleaje de fondo y buenas perspectivas sobre el mar.
Después de que el largo finde pasado la lluvia nos aguara la nieve, ya nos convenía poder secarnos un poco las articulaciones, y qué mejor que esta soleada y cálida cavidad para ello.
... es la zona de mayores dimensiones de la cavidad, en la que coinciden otros conductos de orígenes diferentes, supone la comunicación del Riu Serpent, la Galería Inferior y la Galería dels Macarrons entre otras.
Es la galería más larga, tiene zonas con bastante formación y presenta muchas posibilidades para la fotografía, en esta ocasión me limité a realizar algunas fotos en la confluencia con la galería de Vilafranca y la de los Tres Guardianes.