El río, al circular por una diaclasa característica, en una zona de roca predominantemente dolomítica, ha excavado diferentes galerías de dimensiones no muy amplias. El posterior proceso reconstructivo ha dado lugar a un concrecionamiento espectacular, llenando techos y paredes de blanco aragonito. La diversidad y calidad de las formaciones es grande. Incluso, en la misma galería del río, fuera del nivel que alcanza el agua en las crecidas, las excéntricas tapizan algunas paredes, lo que obliga a progresar con cuidado y midiendo los movimientos en un espacio más bien estrecho, para no romper las delicadas formaciones. Malaval, considerada como una de las cavidades francesas más espectaculares, una de las mejores joyas subterráneas del país vecino, es reconocida por sus extraordinarias formaciones de aragonito, tanto aciculares como coraloides.
Es conocida desde los inicios de la espeleología como tal, pero el descubrimiento de un filón de galena argentífera motivó la obertura de ... seguir leyendo »
Hace algún tiempo tuve la oportunidad de visitar esta cavidad, que se localiza en la montaña de Embullà, Villefranche de Conflent, y está relacionada con el sistema de Lachambre. Sus respectivas galerías se aproximan mucho aunque de momento no existe aún conexión.
La cueva tiene zonas poco estables y presenta problemas con los bloques y los desprendimientos, está cerrada. Una vez atravesada la boca, de dimensiones algo justas, nos encontramos con una galería descendente algo más amplia. Después de un par de resaltes y de flanquear un pequeño pozo, la galería crece de tamaño y se hace más cómoda, hasta llegar a una zona de bloques donde alcanza buenas dimensiones. Al principio no presenta formas reconstructivas, los primeros metros tienen un ambiente muy seco, pero, a medida que nos acercamos a la red del sistema, empieza a aparecer el aragonito en blancas formaciones características, macarrones, pisolitas y columnas que adornan las salas finales.
Después de la pausa veraniega, ahora que parece que la temperatura empieza a bajar algo, volvemos a nuestra labor de revisión y fotografía de cavidades varias en Garraf. El calor estival se hace notar en este macizo.
Durante muchos años dejé de venir a causa del famoso vertedero, hacía el aire irrespirable. Por lo menos ahora puedes pasar por el lado y no notar nada o casi nada. Pero, el impacto visual es innegable, el bonito valle, el fondo de les Tarradelles, es un mero recuerdo. Y el impacto ecológico es catastrófico.
Las pequeñas cavidades en ocasiones pueden dar alguna sorpresa, aunque sea solo fotográfica. Y aquí hay muchas, cientos, que son muy poco visitadas. Alguna de las fotos no es de una pequeña cavidad, pero creo que será apreciada...
Hace unos días tuve la ocasión de recorrer una parte de la conocida Olla de Núria. Una parte solo, el recorrido entero es largo y duro, y a mi me apetece más disfrutar y hacer fotos que sufrir....
El día está tapado y amenaza con darnos un buen remojón, pero al final la cosa quedó en eso, simple amenaza. El ambiente ya es otoñal y se empieza a notar el frío, cuando en la ciudad aún sufrimos el final del verano. Salimos sin una idea preconcebida, simplemente a dar un paseo. Empezamos subiendo directos hacia el Pic d’Ena, luego continuamos hacia Nou Fonts, Nou Creus i Pic de la Fossa del Gegant, para bajar de nuevo al santuario. El panorama es atractivo, hacia el norte, desde la Vall d’Eina hasta Carançà podremos vislumbrar la Torre d’Eina, el Pic Rodó, Racons. Hacía años que no subía por aquí, en otro tiempo había recorrido con relativa frecuencia estas crestas y canales atractivas.
Un clásico de la espeleología, explorado a finales del siglo XIX con los métodos rudimentarios de la época, pesadas escalas de cáñamo y madera, para descender y ascender los 75 metros de pozo, la mayoría en aéreo, hasta una de las salas subterráneas más grandes de Europa. En la citada sala, un auténticp bosque de columnas, más de 100 según la descripción de Martel, hasta 400 en realidad, y con alturas que llegan a los 30 metros, hechas a base de platos y hojas de calcita. El goteo persistente del agua saturada de carbonato cálcico desde una altura importante ha ido alimentando estas características formaciones. Gracias al impacto del choque de la gota contra el suelo, ésta se expande en microgotas que van cristalizando y creando los diferentes platos que dan lugar a las columnas.
La cavidad es turística y está iluminada con una mecla de luces clásicas, blancas, y otras añadidas no hace mucho, de colores. El resultado, aunque pueda parecer extravagante, queda bien en directo. Supongo ... seguir leyendo »