Cuando pasas el Collau Valleyu y ves el monolito que es el Urriellu, aún a costa de ver su Cara Norte, que no es la más vertical ni la más estética (pa´gustos, los colores, que conste....), el pulso se acelera, te sudan las manos y se hace imposible el no querer llegar a su cima.
Según vas ganando metros por la senda camino del refugio, el gigante va creciendo, girando, y dejando ver su cara más bella y menos amable.
La Oeste del Picu.
Te plantas en su base, miras hacia arriba, y probablemente, tengas que pasar por el fisio a darte un toquecito en las cervicales si quieres verla entera.
Hace muchos años, 47 exactamente, 2 amigos se plantaron debajo, estudiaron la pared minuciosamente, se prepararon, y con una maestría y derroche de originalidad, trazaron una soberbia ruta, que a día de hoy, no desmerece nada de nada.
Simplemente GENIAL.
la Rabadá-Navarra es una demostración de lo que hubiese podido hacer la desafortunada cordada de no ... seguir leyendo »