Mientras nosotros subíamos ella bajaba.
No nos lo creíamos pero por suerte mi compañero sacó su vena de reportero gráfico e inmortalizó este momento.
Viendo ahora la foto me digo a mi mismo que pese a la paliza de hacer actividad un sólo día, pese a no hacer el corredor que queríamos, pese a que no estuvimos todos los que queríamos estar, nos faltaron dos compañeros, el día mereció la pena.
Creo que esta foto sirve como respuesta a esos que muchas veces preguntan ¿pero qué se te ha perdido en el monte?
Creo que esta foto define al cien por cien el porqué me encanta el Circo de Gredos.