Pasaría mucho tiempo después de conocer estas montañas cuando supe que marcarían mi vida: Ordesa, Gavarnie, Pineta, Añisclo, valles y montañas cargadas de historia, paisajes mágicos y experiencias grandes.
EL CORREDOR DE SWAN junto con el Gran Couloir del Gaube del Vignemale y la Norte del Monte Perdido, son una de las tres grandes clásicas de los Pirineos. Algún día durmiendo en el refugio de Espuguettes, además de la potente imagen de los paredones que dominan Garvarnie (El Casco, La Brecha de Roland, El Taillón,...), fue imposible no quedarme atraído por la capacidad de los pirineistas de ascender por ese surco que en forma de libro abierto forman los Astazu, EL CORREDOR DE SWAN. Yo entonces no era más que un potente andarín y me daba pánico algún día estar preparado para encaramarme por ahí.
Luego lees mucho de todo, de lo "fácil" que es. Y todo lo contrario historias "épicas" de agarrotamiento de brazos en su difícil "cascada", algún decapitado por caída de piedras, ... seguir leyendo »