Partimos desde la estación de esquí de Cerler -1.540 m- para ascender al pico Gallinero -2.728 m- y descender por el valle de Isábena hasta una granja abandonada -2.300 m-. La primera parte del descenso es con buena nieve transformada y sin placas, que más adelante se convierte en placas de viento. Flanqueamos hasta la arista -más segura- para descender hacia el valle de Isábena.