En el altiplano Boliviano, a la orilla del Titicaca vivían antes que los Incas los Tihuanaco. Desde que vivieron en aldeas hace 3500 años hasta que decayeron durante el siglo XII, desarrollaron una civilización cuyas ruinas visitamos.
Dieron gran importancia al cielo y sus astros, y al igual que otras culturas americanas, tenían conocimientos avanzados de astronomía. Como otras religiones, como la judeo-cristiana, la egipcia... estos también tenían una trilogía como cuerpo central de sus creencias, y la representaban en cruces, escalinatas, monolitos etc. Eran el pasado (la serpiente, bajo tierra), el presente (la llama, el puma, la tierra) y el futuro (el cóndor, el cielo).
Los próximos 4 días nos empaquetamos turísticamente para visitar los fotogénicos alrededores de ... seguir leyendo »
No pudo ser... A unos seismil metros, sobre las 8 de la mañana, después de 7 horas andando y pasando frío nos dábamos la vuelta por puro cansancio.
Ese día varios grupos hicieron cima más o menos a esa hora. Eramos los únicos sin guía, pero ¿tanta diferencia hay? Llevamos más peso, tenemos que pasar horas haciendo agua y poniendo la tienda, pero... me suena todo un poco a excusa. Parece más bien que no estamos tan en forma como creíamos.
Ahora escuece un poco cada vez que vemos las fotos del Huayna en la calle de las agencias que te ofrecen ascender al "seismil más fácil". Hemos conocido demasiada gente que ha hecho cumbre...
Enfin. No pasa nada. Nos quedamos con la aventurilla y los paisajes de una montaña que por concurrida no deja de ser espectacular.
Ondo ibili!
Quedo claro bastante pronto después de llegar al campo base (4700m) del Huayna Potosí (6088m) que o no estábamos suficientemente aclimatados o somos unos mantas. Ayer mientras subíamos hasta el campo alto (5130m) con esfuerzo y sin aire, bajaban de cumbre los turistas con sus guías. Y es que el Huayna es por su ruta normal, probablemente la montaña de seismil metros más ascendida del mundo. Pero no deja de ser alta, y vaya lección de humildad nos ha dado...
Mañana volvemos para hacer otro intento el domingo, aunque dan un poco de viento. Ayer, de vuelta en La Paz, celebramos la cumbre que no fue; o bueno, mejor la que será.
Ondo ibili!
El Alto es la llanura, inmensa. A este y oeste, montañas y nevados. Tierra marrón, quemada por el clima; seca y dura.
El Alto es la ciudad, también. Una ciudad que crece a un ritmo descontrolado, barrios nuevos, miles de casas de ladrillo sin pintar y carreteras a medio asfaltar.
Al norte el lago, Titicaca. Al sur el valle, La Paz. Laderas que de golpe bajan en picado cientos de metros; y casas. Casas, casas, casas y más casas. Pero... ¿cuánta gente vive aquí? Un espectáculo sobrecogedor, un paisaje extrañamente bonito, un mar de estrellas por la noche...
Hoy hemos subido (muy despacio) una colina de unos cinco mil metros y vamos poco a poco haciéndonos a la altura. Mañana nos acercaremos a la base del Huayna Potosí (6088m) para aclimatar un poco más e intentar subir los próximos días. Escribo dentro de 4 o 5 días.
Muxu bat denontzat!!