Nos sentamos a seis o siete pasos de ella, en la hierba. Nos mira un segundo, casi sin mirarnos. Como hacen los que están muy seguros de si mismos. O los que ya todo les da igual. Es guapa; o lo fue. Tendrá unos 65 o 70 años. El pelo blanco brillante que baja liso hasta los hombros. Jersey de lana blanco, falda y gafas; todo de un estilo noventero. Pienso que su hija le insistirá "mamá, vayamos de compras" pero ella se niega porque està a gusto así.
El sitio de Sarajevo terminó hace 20 años (ella tendría 45 o 50 entonces) y duró 4 años. 435.000 personas quedaron atrapadas en la ciudad.
La observo sentada en el banco, las manos apoyadas en el asiento. De vez en cuando balancea las piernas que cuelgan y mira al suelo, o al frente hacia la calle. Me imagino que estará esperando a que llegue la hora para ir a recoger a los nietos a la escuela, o ha quedado más tarde con su marido para hacer la compra.
Desde los primeros días las fuerzas serbias cortaron los suministros ... seguir leyendo »
¿Por qué? Pues porque tiene todo lo que tiene que tener un destino mochilero, de los auténticos, de los de antes. Una capital, Sarajevo, super interesante y activa. Unas gentes mezcla de muchas culturas, de oriente y occidente. Albergues baratos en edificios antiguos (igual hasta puedes rescatar el carnet de alberguista). Personas amables encantadas de que estés allí, pero con las que te las tienes que arreglar para comunicarte porque pocos hablan inglés. Pueblos y lugares a los que llegas y te sientes extraño, incómodo, para al cabo de dos o tres días acabar saludándote con la tendera o el panadero. Una guerra reciente que destruyó el difícil equilibrio de la convivencia y de la que aún quedan las heridas y muchas lecciones que aprender.
Para acortar, un ejemplo: el parque nacional de Sutjeska es una joya por descubrir, con apenas algunos visitantes serbios (en los primeros cinco días de montaña vimos 5 personas) y una sensación continua de exploración.
Y ya, para una experiencia ... seguir leyendo »