Fui la primera de tres hermanos, con todo lo bueno y malo que eso conlleva. No recuerdo el nacimiento de mi hermano, pues yo tenía solo tres años, pero sí recuerdo el de mi hermana. Una mezcla de expectación y miedo a la vez. Alguien nuevo viene. Alguien más a quien querer y con quién jugar. También alguien más con quien compartir juguetes, tiempo, padres...
No recuerdo haber tenido jamás envidia o celos de mis hermanos. Lo que sí recuerdo desde bien pequeña es esa necesidad de sentir que todo lo hacía bien, ese ansia por no defraudar a nadie, esa pelea conmigo misma por ser "perfecta"
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