Domingo de otoño, días cortos, tiempo apacible. ¿A dónde ir? ¿Por qué no a la Cantadota? ¿A la Canto... qué?, dirá más de uno. La Cantodota pertenece a ese nutrido grupo de pequeñas montañas de Picos olvidadas, inmerecidamente olvidadas. Pese a su modesta altura, la Cantodota tiene dureza, emoción, soledad y ambiente de gran montaña.
La cima de la Cantodota, un balcón para sibaritas. |
El Chozo Aranguez es una antigua caseta de pastores situada a 1.900 metros de altitud en la vertiente segoviana de Peñalara. Se alza en el borde superior del pinar de Valsaín, en un privilegiado escenario de praderas alpinas regadas por los arroyos que alimentan al Eresma.
Un paraíso que en los días más crudos del invierno se transforma con facilidad en un infierno. Entonces, el Chozo puede salvar vidas.
Se encontraba en bastante mal estado, pidiendo a gritos una reforma.
De momento, y aunque las obras de rehabilitación exigen el empleo de maquinaria pesada, el impacto en el entorno no es preocupante. No todo van a ser malas noticias.
Parece que este año el invierno se resiste a venir a Picos. Eso sí, amenaza con algún amago que otro. La roca ya no está seca y por las cabeceras de los argayos comienza a correr el agua. Así estaba ayer el Pamparroso.
Cabecera del argayo la Gracia. Mucha humedad por la mañana, había que bajar con precaución. |
Sábado, 11 de octubre de 2014.
Aparco el coche en Cañabedo. Muchas nubes pero temperatura agradable. Con calma, saboreando la tranquilidad de este rincón de Picos, paso por la majada cimera de Chavida. Remonto la canal y alcanzo la collada de Chavida.
En lugar de la ruta normal de ascensión al Friero por el norte, decido subir por la canal sur. Comienzo a rodear los paredones de la Punta Sureste. Hasta aquí, todo perfecto. Pero, al embocar la canal hacia la horcada alta de Chavida, empiezo a ver innumerables manchas de pintura roja. Desde la horcada, manchones amarillos alternan con los rojos.Ya en la canaleta, aparecen incluso flechas pintadas en la roca.
Atónito sigo hasta la cima.