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De nuevo hemos estado por el Ossau, y de nuevo nos ha dejado la alegra en el cuerpo y la mente, el Ossau, solo con escuchar su nombre la sonrisa asalta mi rostro.
Si adems recorres dos de sus itinerarios ms sugerentes de la muralla del Pombie, y lo haces con buenos amigos, el Ossau te da todo lo que le pidas.
Y si le tratas de tu, mirando sus colores, acariciando su textura y observando sus cielos, el Ossau se convierte en tu mejor aliado.
De nuevo hemos "paseado" por el Ossau, nos hemos dejado acariciar por su suave brisa, por su exacta temperatura.
Hemos gritado, nuestro emplazamiento y subido con la concentracin al limite.
Nos hemos reunido en sus aereas repisas y hemos compartido liquido para remojar los labios secos y saciar nuestra sed.
De nuevo estabamos en el Ossau, disfrutando de la escalada y ni siquiera pensando en el descenso, solo asiendonos a sus presas con el pensamiento en cada movimiento.
El Ossau, con sus pequeos lagos, regalandonos postales otoales y silencios continuos.
Hemos luchado con sus verticales fisuras de formas caprichosas, donde las herramientas entran a placer, para nuestra "seguridad" mental, donde los dedos buscan cantos francos y los encuentran, hemos compartido largos y belleza, hemos jugado con el movimiento y respirado con profundidad al llegar a nuestro pequeo destino.
Hemos estado tanteando nuevos viajes verticales, nuevas perspectivas de diversin.
El Ossau nos ha dado todo y nosotros lo aceptamos como chiquillos.
Hemos chocado nuestras manos en la zona final y sobre todo yo, he hablado sin parar durante el descenso andando a el valle, feliz, satisfecho y...rodeado de buena gente.
saludos desde el valle.