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Cuento de Otoo
Me ha dado la impresin que este ao algunas hojas caducas de los rboles, pretenciosamente han luchado con fuerza para ganar tiempo a las estaciones. Las hojas perennes han despertado en ellas, el ms diablico de los instintos: la inmortalidad. El sueo de la perfecta juventud hecha realidad. Vivir en estado de gracia para siempre.
Preocupadas en menesteres ms importantes que en atender su condicin tan envidiada, las hojas perennes, han cedido a las hojas caducas por un tiempo de dos estaciones, el gozo de su tan preciada virtud. Y claro, algunas de stas, cegadas de placer, valindose de las ms bajas de las artimaas, sobrevalorando en demasa su potencial, se han han credo en verdad ser inmortales. Pero ni su ficticia lozana, ni su momentnea frescura color verde jazmn han engatusado al mismsimo Cronos Es ms, ste se ha enojado de sobremanera al oler el peligro de que tal sueo pudiera ser realidad. Enfurecido como solo yo misma me puedo enfurecer, a enviado al genio del aire Ariel para que desatara la mayor de las tempestades. Este, vido de libertad, ha dibujado un mes de octubre coloreado de temporales. En unos, ha hecho maldecir al norte quien ha enviado glidos vientos. En otros ha malhumorado a los aires del este, los cuales han mostrado su rebelin en forma de huracanes con aliento ftido y caluroso. As las hojas culpables teidas en marrn cochino, desorientadas, han sido brutalmente arrancadas de su peligroso sueo y han quedado a merced de las ruedas de los coches que se aproximan en demasa a la cuneta de la carretera. De esta forma han purgado la osada de creerse lo que no eran.
Otras hojas, sin arte ni parte, han volado y bailado al son de los vientos, a la espera de que una amable brisa las posara sobre un lugar seguro.
Las pocas, las de color rojo intenso, se han aferrado a las experimentadas ramas, las mismas que las han hecho vivir tiempos mejores.
El Puente.
De alguna forma, as he andado yo estas ltimas semanas. Llevada por los vientos a distintas localidades de la pennsula dando "txarlas" que cuentan ms de emociones que de tecnicismos, mas de sentimientos que de grados y letras. Me he sentido comida por los nervios, contenta de recibir las gracias de los asistentes y animosa por haber prestado ayuda a aquellos que me lo han pedido.
Uno se esos fros vientos nos llevo a Rikar y a mi hasta Benasque. All nos reunimos con el equipo femenino nacional de alpinismo, ENFA. Simn Elas me pidi ayuda para que les diramos un clinic sobre escalada deportiva. Hablamos y practicamos entrenamientos y tcnicas de escalada a vista. Pero tambin hablamos sobre actitud, motivaciones, objetivos reales es decir todo lo que tiene que ver con el aspecto psicolgico. Entre todos conseguimos coexionar un equipo de chicas con potencial de futuro. Acudimos un jueves con cero grados y el domingo con 20 ms volvimos a casa habiendo ayudado a unas buenas amigas.
Mas "Txarlas"
De la mano de mi amigo Eugenio, he recibido el privilegio de exponer ponencias dirigidas a mundos que en principio nada tienen que ver con la montaa. Sin embargo las tempestades, anhelos, sobre valoraciones de uno mismo o minus valoraciones del potencial que albergamos dentro de nosotros, provocan las mismas desmotivaciones, dudas y miedos que yo misma he vivido en mis aventuras montaeras. La ansiedad por alcanzar la "cima" borra el momento del da a DIA y finalmente nunca llega el sabor de la satisfaccin con uno mismo, pues el horizonte muestra desafiante nuevos picos que se interponen en la clida luz vital que el Sol alumbra el suelo que estamos pisando. Sumidos en la fra sombra, olvidamos donde nos encontramos, y dejamos pasar ante nosotros la importancia de interiorizar la satisfaccin de lo conseguido. La misma que evolucionar en experiencia e intuicin y que nos dar fuerza y firmeza para proponernos nuevos sabores.
Bueno de alguna manera estas palabras que vienen desde fuera parece que surten efecto en la audiencia. La audiencia aumenta exponencialmente su autoestima mientras yo me vaco. Mi falta de energa deja el terreno abonado para que mi mente corra desbocadamente sin rumbo.
Que paradoja verdad?
Entonces es cuando yo misma me doy una dosis de "txarla" y voy en busca de esos escenarios en donde he vivido momentos felices. Tiendo un puente. Tan solo tengo que cruzarlo firmemente, sin que me tiemblen las piernas. Ese puente esta ah. Lo veo en Escalete, en donde he pasado das felices de escalada junto a Rikar. Ya lo he cruzado. Otra vez estoy disfrutando de las amables regletas, de las generosas distancias entre seguros, de la quietud y soledad que me hicieron sentirme diferente y feliz en los 90. Esta vez no he escalado el "Sicario", pero si otras que se encuentran tan dentro de mi como "Clico Miserere" o "Abstinentes"
Ain't Got No...I've Got Life
Ms que una cancin, un lema. Mas que una voz, La Voz con permiso de Frank Sinatra- Nina Simone
http://www.youtube.com/watch?v=dOwuBurwzbs&feature=related