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No quiero dejar de presentaros en este pequeo espacio que me han dejado, a un fiel e intimo amigo, un amigo que cada ao acude puntual a su cita conmigo, que me procura sensaciones de todos los tonos ,rojos, ocres, amarillos, y verdes, un amigo que me empuja a llevar a cabo el mismo ritual todos los aos, a saber, empezar a colocar la lea, mirar con nervios los esqus, quitarle el polvo a los piolets y afilar los crampones.
Y cada ao le recibo con ms jubilo, porque cada ao irrumpe brutal en mi vida y me hace abrir los ojos y observar cada minuto lo que me rodea.
Curiosamente me ocurre al revs que a muchos de mis conocidos, que les produce, cierta tristeza y melancolia, no, no, al contrario me posee, y como si de alguna pocin se tratase, me trasforma en un ser ms activo, avido de buscar aventuras, sea en forma de paredes verticales, caminadas largas o simplemente, sentadas a ver pasar las luces y los colores.
Todas las temporadas por estas fechas, el reloj de mi cuerpo se acelera y pienso en nuevos proyectos cada cinco minutos, es una sensacin entre la ansiedad y la energia juntas.
No digamos cuando los primeros vientos frios traen algunos copos a el valle, ese da es la celebracin, salgo deprisa de casa busco algunos de los lugares favoritos, para que el norte me enfrie el rostro y los copos bailen su danza de invierno a mi alrededor, all me quedo como atrapado y pensando en mil cosas a la vez, me imagino las laderas con gran cantidad de manto blanco para descender, los barracos quietos y azules para escalarlos y los caminos solitarios y duros para andarlos.
Si como es habitual, en esta poca me rodeo de buenos amigos, para por la tarde tomarnos una cerveza alrededor del fuego, el otoo se convierte en mi mejor aliado, en el motor del cuerpo para preparar el invierno.
En estos momentos he de parar de escribir, aparte de porque no se me ocurre nada ms para presentaros a mi compaero, veo caer los primeros algodones desde la ventana............