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PORQUE EST AH

Publicado por Grupo SSM  |  0 comentarios




Esta fue la respuesta de Mallory cuando le preguntaron por qu quera subir al Everest. O le pill de sorpresa, o era parco en palabras, o no tena ganas de dar explicaciones. Hay dos libros que me gusta recomendar especialmente cuando me preguntan qu vemos en las montaas y para qu subir o estar en ellas: "La montaa es mi reino", de Gastn Rbuffat, y "Las montaas de la mente", de Robert Macfarlane.
Jams me he definido como alpinista, ni mucho menos. Tengo formacin suficiente para practicar con seguridad los deportes de montaa en terrenos no excesivamente complicados: montaismo, alpinismo, escalada, barranquismo, esqu y una muy discreta experiencia en lo que a ascensiones y travesas de alta montaa se refiere; pero nunca podr compararme con mujeres como Edurne Pasabn, Raquel Prez, Araceli Segarra, Cecilia Buil o Marta Alejandre, entre otras alpinistas y escaladoras espaolas de reconocido prestigio. Ellas tienen otro papel en el mundo de la alta montaa, el mo es pasar por el mundo haciendo el bien y curando enfermos y, si los enfermos estn en la montaa, bien habr que llegar hasta ellos, para eso soy montaesa por tradicin, montaera por aficin y mdico por devocin.
Nunca subir a la cima de un ochomil, pero s puedo decir que disfruto enormemente contemplndolas desde las marchas de aproximacin, los campos bases, los aviones o los helicpteros. Quizs por aquello que ya deca Leonardo Da Vinci en el siglo XVI, todo nuestro conocimiento proviene de las sensaciones. O la observacin de Descartes al afirmar que la admiracin es la primera de las pasiones. Y precisamente son sensaciones lo que provoca contemplar, admirar y experimentar la montaa. Cuando la "contemplamos", ni qu decir tiene que si adems de ver, uno se para a mirar, o adems de or, se intenta escuchar, se aprende mucho, muchsimo. Cuando la "admiramos", disfrutamos de toda su belleza, de da, de noche, con sol, con tormenta, con viento o en calma absoluta. Cuando la "experimentamos", siempre desde la responsabilidad, disciplinamos el espritu, tal y como escribi Samuel Smiles, el encuentro con la dificultad ejercita la fuerza, disciplina la habilidad y fortalece para el esfuerzo futuro.
Del libro de Rbuffat, voy a citar dos frases de especial significado:
"En su esterilidad las montaas parecen creadas nicamente para hacernos felices, porque el hombre no slo se alimenta de trigo, petrleo y acero; tambin debe alimentar su corazn".
"() las montaas ayudan a los hombres a despertar en ellos sueos dormidos".
Y en la lnea de lo que comentaba ayer el Dr. Morandeira sobre la "temporalidad":
"...las montaas refutan el exceso de confianza que padecemos en lo hecho por la mano del hombre. Nos planteamos cuestiones profundas sobre nuestra perdurabilidad y sobre la importancia de nuestras ideas. Nos inducen, supongo, a la modestia () Las montaas tambin remodelan la comprensin de uno mismo, de los propios paisajes interiores". (Robert Macfarlane, 2005).



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Blog creado por Grupo SSM el 19/04/2010



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