Atencin

Hector Sanmiguel

  

, 12:09

Races

Publicado por Hector Sanmiguel  |  0 comentarios




Corro con una libreta pegada al culo. La llevo metida dentro de un pequeo bolsillo cosido en la parte trasera del pantaln, del que sobresale la mitad. Tambin llevo un boligrafo. Curiosamente han logrado entrar los dos en el bolsillo, ahora hmedo por el sudor que me resbala por la espalda. Me engao pensando que las hojas aguantarn secas al menos un rato.
No hay nada como oler un par de toneladas mierda humana para elevar los pensamientos. Paso lo suficientemente lejos de los bloques apilados en esta especie de vertedero ilegal, con ms pinta de tapadera para narcotraficantes, depsito de cadveres o bar en el sur de Espaa, como para no degustar los detalles casi artsticos que entraa cada cubo, sorprendentemente sin sentir un asco especial.
Una seora se tapa la cabeza con las manos debajo de un rbol que chorrea agua como un ro, realizando la funcin contraria a la que se supone, ella esperaba. Pero an con el pelo ms parecido a una fregona, ha decidido mantenerse firme en sus convicciones y seguir cubrindose con las manos en alto. Me pregunto quin parece ms estpido si ella ah debajo o yo corriendo bajo la lluvia y con gafas de sol.
Llego al portal de donde el vecino octogenario me mira como a un proscrito, mientras roba las cartas de los buzones. La mesa se ha convertido en un acuario, donde flotan un par d elibros, el mvil y el ordenador. No me apetece limpiarlo y decido esperar a comprar un cristal y tener una bonita pecera.
Me ducho plcidamente a trozos ya que hay que salir a encender la caldera cada tres minutos. En verdad desarrollo la versin espaola de las saunas suecas, slo falta la nieve, pero los camellos del pueblo an estn tomando el sol en el parque. Me siento a comer una nectarina an verde, con mis tpicos huesos sonando a anciano y despus de un par de mordiscos reacciono vido al ver que dentro viven un par de cortapichas. Les devuelvo el mordisco de su casa que estaba masticando y deposito la nectarina con suma delicadeza sobre la ropa tendida del vecino.

La vida puede ser maravillosa cuando aprendes a cerrar la ventana cuando llueve.

12/06/2014 en Aranda de Duero



Comentarios sobre este Post
0 usuarios han realizado 0 comentarios
    No existen comentarios para este post
Introduce tu comentario
Para introducir un comentario debes identificarte en Barrabes.com. Haz clic aqu para identificarte
Sobre este Blog
Blog creado por Hector Sanmiguel el 15/06/2014

http://hectorsanmiguel.wordpress.com Correr por las montaas como poesa. Cuando una imagen ya no vale ms que mil palabras La estupidez de las cimas slo superada por la estupidez de los valles.


Archivo

Enlaces

ltimos Posts