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A la sombra de la cresta de Salenques se localiza este magnfico ibn en un paisaje de granito, duro y solitario. Le en algn libro que la Ball de Barrancs era piedra y agua, desordenado todo en proporciones vertiginosas. Hasta no hace mucho tambin haba algo de hielo, o por lo menos podas ver perfectamente todo el conjunto de glaciares que quedaban al norte de la cadena entre Maladetas, Aneto, Tempestades y tal. Ahora, de hielo, muy poco. Se ha reducido a la mnima expresin, parece que en los prximos aos desaparecer por completo. Sin embargo, s que quedan sus huellas, las antiguas morrenas y el material grantico que antes estaba bajo el glaciar, ahora queda al descubierto y muestra un color mucho ms claro que el habitual, oscurecido por el paso del tiempo.
Desde aqu el Aneto parece ms accesible que desde la Renclusa. Antes, cuando el glaciar era grande y presentaba grietas longitudinales considerables, lo ms lgico era la travesa desde el Portilln para evitarlas, pero ahora ya no hay ni grietas ni casi glaciar, por lo que subir o bajar por aqu o por el pequeo ibn de Salterillo parece mejor opcin que el camino de la Renclusa, que siempre se me ha hecho pesado. Ya lo coment hace un ao.
Llegamos al ibn subiendo desde la Besurta, pasamos el Forao de Aigualluts y al final de la pradera seguimos hacia la derecha cruzando un puente de madera, el sendero de la izquierda nos llevara hacia el collado del Toro y Mulleres. Hay marcas de GR y puntos de color azul indicando el camino.
El ibn en cuestin es fotognico y atractivo. De aguas limpias y cristalinas, como es habitual en el granito, aguas de color pirineo. Queda encerrado entre paredes, y, aunque no es pequeo, nos lo podemos pasar de largo si subimos directos por el GR. Pasado el canchal que baja directamente de la cima del Aneto, el camino sigue por la derecha de un montculo, va directo al collado de Salenques, el ibn est escondido a la izquierda. Merece la pena tomarse un tiempo, subir al montculo que tenemos a la izquierda de la senda pirenaica y observar el panorama. Tendremos una vista directa de toda la cresta, desde el Aneto hasta el Salenques, y el lago a nuestros pies.