Tweet |
|
Solemos pensar que vivimos en una fortaleza inexpugnable. Un castillo de gruesos muros y fuertes cimientos que aguanta el azote de los vientos, mareas y tempestades. Nos sentimos en l protegidos del calor de las ms ardientes sequas y al abrigo de la peor de las tormentas. Errneamente pensamos que en nuestro castillo somos inmortales, y afortunados, pues nuestro enorme ego nos hace creer que somos ms felices que los dems, que somos nicos, pues dentro de l nada malo va a pasarnos...
Seguir leyendo...