El Samelar, el Canto de la Concha y el Alto de las Verdianas son los dosmiles más orientales de Picos. Forman parte de la escama subsiguiente al cabalgamiento basal, una escama caótica en su zona más occidental, pero que, hacia el este, dibuja un nítido y alargado escarpe que se extiende, con la única interrupción del collado de San Carlos, entre la canal de las Arredondas y el puerto de la Brañas. Seguir leyendo...
En el borde oriental de Ándara, al este del Alto de las Verdianas, el dos mil más oriental de Picos, se alzan, sobre el terrible caos rocoso del Canchorral de Hormas, el Pico de las Agudinas y el Pico del Acero. Más al este aún, al sur de los verdes pastizales del puerto de Quión, se yergue, directamente sobre las praderías de Colio, la vertical pared del Pico Paña. Seguir leyendo...
Situado en la divisoria del Carrión y su afluente el Arauz, el Lezna se yergue frente a la temible cara noreste del Curavacas, muy lejos de cualquier lugar habitado. Montaña de dilatados horizontes, sus vistas de Picos se ven incluso mejoradas en ese remate de su suave contrafuerte noreste que es el Pico Pumar, balcón colgado sobre los cielos de la Liébana más meridional. Seguir leyendo...
Al sur de Peña Labra, entre las localidades de Piedrasluengas y Camasobres, se alza Peña Abismo (Peña Vizmo), una montaña de no mucha altitud pero atractivas y enérgicas líneas, cuyo alargado contrafuerte meridional decae vertiginosamente sobre las angosturas del río Cerezo. Seguir leyendo...