Aquel 17 de julio de 1916 José Sayó, más conocido como "Pepe el de Llausia", vació con cuidado el agua del gran recipiente en la orilla del lago de Paderna. Lo había subido desde la Renclusa con treinta y ocho alevines de trucha que se dispersaron desorientados. Hacía día y medio que, por iniciativa del Centre Excursionista de Catalunya, habían salido cuatrocientas crías desde Olot pero sólo esas pocas llegaron a su destino.
No sabía si la pesca de la trucha sería buen reclamo para los viajeros; la caza del sarrio sí. Pero, cada vez más, quienes se acercaban hasta la cabaña que regentaba con Trinidad, su mujer, lo hacían para subir al Aneto.
Renclusa significa "abrigo bajo la roca" y ya desde el siglo XVIII se habla de él, "ennegrecido por el humo". Como tantos otros los pastores lo usaban en época estival, pero también servía de cobijo para los pocos montañeros que se acercaban al macizo montañoso tras las primeras ascensiones a la Maladeta (1817) y al Aneto (1842). ... seguir leyendo »