100 años de que los ríos del Pirineo empezaran a convertirse en regatos.
El caso del Ésera
El río Ésera nace en los macizos más importantes del Pirineo de Huesca y su cuenca alta queda pronto estrangulada por el imponente congosto de Ventamillo. Desde siempre solo pudo salirse de allí por el vertiginoso camino de herradura que lo salvaba por alto entre El Run y Seira (hoy recuperado como PR-HU 50 y GR-15).
Pero en 1911, a golpe de pico y de barreno, la carretera se abrió camino hasta Benasque y el valle quedó abierto al exterior. Estrecha y de tierra, la recorrían más las viejas tartanas tiradas por caballerías que los nuevos y extraños vehículos a motor. Pero todo se andaría.
Castejón de Sos, en el llano de la Sositania que se abre a la salida del congosto, queda al otro lado del río y para llegar desde la nueva carretera, como no había puente, debía vadearse malamente la corriente incluso en época de estiaje.
Pero en 1918, el "año de la gripe", de repente esto ... seguir leyendo »