Atencin

Las Alpujarras GR7 y Sierra Morena GR42

     

, 11:21

4 ETAPA (27 Junio) TREVLEZ JUVILES TMAR CDIAR (18,6 KLM.)

Publicado por gargola080  |  0 comentarios




Apenas clareaba un poco el da, salimos direccin al puente que cruza el ro Trevlez cogiendo a la derecha la carretera A-4132, eran cerca las 6,30 de la maana (el da anterior preguntamos a varios lugareos por la ubicacin del GR7 y nadie nos supo indicar por donde tomarlo, as que salimos un tanto a la aventura). Tras recorrerla unos 300 metros y una vez rebasado el cementerio (quedaba este situado a nuestra derecha, abajo cerca del lecho del ro), tomamos una senda a nuestra izquierda bien marcada y que ascenda de forma rpida (no haba poste de sealizacin). Ganamos altura rpidamente y poco despus de tomar esta senda, dejamos a nuestra izquierda una casa pasando a cierto desnivel con respecto a ella. Al poco, la senda parece desaparecer al lado de una cerca, pero si giras a tu izquierda y te introduces entre unos arbustos, al poco saldrs a "La Acequia de Cstaras", con abundante agua (existe un pequeo puente de cemento para no tener que saltarla), y frente a esta, una pradera ascendente que has de tomar direccin a un pinar que se ve 100 metros ms arriba. Casi cuando se est llegando a este pinar, se conecta con el GR7 (esta vez bien sealizado) tomndolo hacia la derecha.

Sigue el camino ascendiendo suavemente y vamos ganando altura poco a poco, ahora desde esa posicin, podemos ver en la montaa de enfrente el itinerario que recorrimos el da anterior: el arroyo donde nos paramos a comer el bocadillo, el bosque por el que bajamos hasta el arroyo, el Barranco de la Bina, el camino donde contemplamos el apareamiento de las cigarras una espectacular vista y si giramos y miramos a nuestra derecha, Trevlez ya se ve a lo lejos, anclado a la montaa, somnoliente, an desperezndose de una plcida noche de verano.

Un poco ms adelante, en un recodo del camino, a mano izquierda metida entre abundante vegetacin y rboles, una pequea cascada de agua cae sobre un remanso de agua al abrigo de una gran pea. Un bonito lugar para refrescarse y realizar alguna fotografa. A mano derecha, por debajo de nuestra cota, se pueden observar unas pequeas construcciones de piedra, creo que lo llaman "El Cortijo de los Castaos".

El camino sigue ascendiendo de manera suave a media ladera, pasando entre varios hitos de piedra de considerable altura y perfectamente apilados. Ahora transitamos por una verdadera pista forestal, rodeada de abundantes plantaciones de pinos silvestres, y extrandonos encontrar grandes cantidades de estos rboles cortados y apilados (de entresaca) a ambos lados de la misma. Abandonados hace ya largo tiempo en ese lugar, la climatologa y el paso de los aos los han echado a perder, encontrndose en un avanzado estado de descomposicin y podredumbre.
Una vez se corona la cima, el paisaje cambia totalmente, y ahora, la vertiente que se extiende ante nosotros esta tapizada de escasa vegetacin, salpicada aqu y all de plantas unas de tipo espinoso, otras de tipo aromticas como lavandas, coscojas nada que ver con la dejada poco tiempo atrs.

La sealizacin nos adentra en este paisaje totalmente expuesto al sol, y transitamos por un sendero casi a modo de vereda sorteando las cabeceras de "Los Barrancos del Chorrillo y de Antn", hasta que casi despus de una hora de suave y constante bajada, sale a un amplio camino terminado con gravilla compactada y de reciente construccin. Siguindolo, se llega hasta una alberca construida a nivel de suelo y que es accesible al ganado. Aqu la sealizacin desaparece (aunque el camino contina y ms adelante se bifurca) y tras unos minutos de bsqueda, la encontramos al lado izquierdo de este, rota y tirada en un lateral del mismo. Al colocarla sobre los restos del mstil que an permanece semienterrado, pudimos observar la direccin a tomar.

Bordeamos este abrevadero por su margen izquierda y continuamos descendiendo. Un poco ms adelante, el camino se estrecha formando un sendero rodeado de vegetacin y huertos, hasta que se llega a un remozado lavadero, antesala de la entrada en Juviles (famosa en poca rabe por el comercio de la seda). Eran las 10 de la maana.
Justo al lado del camino de entrada al pueblo, a mano derecha y en plena carretera general, existe un bar con una amplia terraza en su exterior. All tomamos asiento para desayunar.

Tras tomar fuerzas y abastecernos de agua (existe casi enfrente de este bar, al otro lado de la carretera, una fuente de fresqusimas aguas), tomamos carretera arriba, hacia el secadero de Jamones de Jubiles (que aroma), y justo pegado al edificio, una vez rebasado, se coge el camino que baja a mano derecha (esta sealizado GR7) hasta llegar a un pequeo arroyo. Aqu el camino de bifurca (olvidaros del de la derecha, frondoso y fcil) debiendo coger el que asciende direccin al cerro llamado "El Fuerte" (est sealizado en las piedras que forman el muro de contencin de tierras), al principio un poco empinado, pero poco despus se suaviza y llanea hasta llegar muy cerca de un promontorio de rocas, donde antao con toda seguridad, debi de existir una torre de vigilancia o algo parecido. El camino en este lugar desciende de forma considerable, dejando a nuestra izquierda un empinado barranco que se tupe de arboleda en lo ms profundo. Tras coronar un importante saliente, "El Salto del guila", se presenta ante nosotros una escarpada bajada, ahora totalmente desprovista de cualquier tipo de vegetacin. Piedras y rocas por todos lados y un sinuoso sendero con miles de peligrosos y diminutos guijarros sueltos, desciende precipitadamente hasta Tmar.
Son aproximadamente las 11 y media de la maana y el sol pega de rdago.

Es este un pequeo pueblo en el que apenas vimos gentes por sus calles, famoso por su tradicin en telares. Un extranjero de pinta bohemia afincado desde hace ya algunos aos en el lugar, nos dio la bienvenida desde la puerta de su casa. Tapado con un pequeo taparrabos, un sombreo en la cabeza y unas sandalias en sus pies, regaba con tranquilidad unas macetas con flores a la vera del camino. De unos 60 aos, tena el pelo largo y descuidado. Para ms detalles, era flaco y fibroso de cuerpo dedicndose segn nos dijo entre otras cosas, a la pintura (en la entrada de su casa presenta una pequea exposicin de su obra). El montono run run de una hormigonera, era el nico sonido que percibamos en aquel lugar y decidimos ir en esa direccin.

Poco antes (se vea a cierta distancia la hormigonera funcionando en solitario), desembocamos en una pequea plaza al lado de la iglesia del pueblo. All sopesamos la direccin a tomar, ya que esta plaza tiene una salida por la derecha y otra por la izquierda que salen a la carretera general. Nos acercarnos a preguntar al hombre que trabajaba restaurando una pequea casa, y que era el que manejaba de vez en cuando la famosa hormigonera, cual sera el camino ms propicio para llegar a Cdiar, sin que su respuesta nos dejase convencidos. Por lo que decidimos desandar parte del camino y salir de la plaza por su parte izquierda, es decir, carretera abajo (si hubisemos tomado el camino de la derecha, el recorrido a Cdiar es bastante ms largo, pero se hace gran parte de l, por una amplia vega, muy cercana al ro y arropados por arboledas y abundante vegetacin y tierras de cultivo).

Baja esta carretera unos 150 metros, para de inmediato, girar a la derecha e ir subiendo poco a poco hasta coronar un pequeo cerro, justo frente al pueblo de Tmar.

Aqu la carretera se bifurca y un letrero indica a la izquierda, direccin Cdiar. El resto del camino es por el arcn de esta carretera de tercer orden, expuesta al sol, y de fcil andar, ya que las subidas y las bajadas son suaves, hasta que finalmente divisamos abajo, a la izquierda, al lado del Ro Guadalfeo y como a un kilmetro de distancia, el final de nuestra etapa, Cdiar (de los pueblos visitados, quizs el de mayor tamao y poblacin).

Tras preguntar en varios lugares por alojamiento, slo nos supieron indicar dos, uno al lado de la iglesia principal del pueblo (no nos gustaron las habitaciones que nos ofrecan) y otro casi a la salida del pueblo, por la Avenida de La Alpujarra o carretera de La Alpujarra, frente a la estacin de servicio BP. El "Aparta-Hotel Ruta de la Alpujarra".
En este aparta hotel tomamos uno de los apartamentos de la primera planta (estaba bastante bien y equipado con lo necesario, platos, sartenes, microondas, cubertera bsica, nevera, etc.). El precio, 25 euros por persona.

En los bajos y tambin atendido y regentado por las mismas personas que las del aparta-hotel, se ubica un bar restaurante, donde te ponen con cada consumicin unas estupendas y abundantes tapas. La cocina de este bar es de bastante calidad (tienen men del da) y con toda seguridad y a un mdico precio, vers una importante variedad de platos, entre los que sin duda encontrars el que te apetece. Era aproximadamente, la una y media de la tarde.

Ese da, por la tarde, se jugaba la semifinal de la Eurocopa, entre las selecciones espaola y la portuguesa, por este motivo, baj del apartamento pronto para coger un buen sitio y poder disfrutar en la terraza de este bar, del magnfico partido que se iba a disputar. El ambiente fue extraordinario de animacin. La terraza se llen (y eso que tendra unas 20 mesas). Los asistentes de varias nacionalidades, alemanes y franceses principalmente y como no, espaoles. Espaa gan en la tanda de penaltis.



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Sobre este Blog
Blog creado por gargola080 el 14/06/2016

En este apartado relatar las experiencias vividas durante dos aos en La Alpujarra y cuatro ya en Sierra Morena, ruta que en la actualidad, seguimos haciendo.


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