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17/06/16 DIA 4: TINEO-BORRES, 17,47 km, 4h49 (A625-D571) EL DILUVIO

Publicado por PUMA  |  0 comentarios




De buena maana nos lavamos, pertrechamos y nos vamos de nuevo al Bodegn a por el desayuno, apalabrado el da anterior. Explicamos a la camarera el problema de Miguel ngel para ver qu solucin podemos encontrar para regresar en principio a Oviedo, pero l insiste en seguir y nos propone la seora que se vaya hasta Borres con la limpiadora del albergue, extranjera (pero de confianza, apostilla) que es amiga suya y se desplaza todos los das en coche. De este modo llegar el primero y podr agenciarnos unas buenas camas (an no sabamos dnde bamos a meternos, pero no haba otro remedio).
As que dejamos al romero lesionado a cubierto y nos lanzamos bajo la lluvia a atacar la cuesta de salida, para bajar de nuevo hasta otra calle y tomar un carreteril asfaltado que nos saca de Tineo. Poco despus de abandonar las ltimas casas, hacemos un alto junto a la Fuente de San Juan, donde Flix se recoloca el chubasquero, protegido por las capas de Javier y el Cronista.
Seguimos subiendo hacia el Alto de Guardia, y tras l el Pico de Puliares que dejamos a la izquierda.
A manderecha quedan las antenas de Las Pianquinas y como no vemos claro el camino, entramos en una casa a preguntar. Hay que abandonar la carretera para descender hacia Villaluz, por unos parajes boscosos extraordinarios, pero completamente embarrados. En Villaluz hacemos un breve alto a cubierto en un lavadero, para tomar unos bocados. Volvemos al asfalto de una carretera local sin apenas trfico, que pasa por Campiello y El Espn. En esta aldea nos saluda un paisano que tiene montado un curioso sistema de elevacin para cambiar el aceite a su coche y nos anuncia que nuestro sufrimiento inmersor est prximo a su final.
Parece que quiere darnos cuartelillo la lluvia y, al tiempo que abandonamos asfalto por precarios y enfangados caminos, nos adelantan los tres mosqueteros (Julio, Vctor y el valenciano), que llegaran antes al albergue, aunque Miguel ngel ya nos haba reservado cama.
Reencontrados con nuestro cuarto compaero, cerveceados y duchados, retornamos al Barn (desde donde gestionan el alojamiento, si es que podemos admitir con misericordia esa condicin).
Una coreana bajita, fea y vociferante inquiere PA!, PA! (pregunta por el "bar", Flix, buen pastor como lo demostr antao salvando a una oveja del ahogamiento, solcito le explica como puede dnde est el PA porque, adems, la coreana no domina el ingls, ms bien el ingls debe dominarla.
Comemos en compaa de los tres mosqueteros razonablemente bien, y nos vamos a sestear al "albergue". Hace su aparicin en escena una italiana medio loca, con un peinado semi afro, que viaja sola y gesticula por cuatro. La tal italiana va a ser una constante a partir de esta jornada.
Tenemos que secar nuestras ropas y nuestro calzado, y no funcionan los radiadores. Finalmente el marido de la "hospitalera" consigue reparar los enchufes y nos pone dos donde afortunadamente somos los primeros en poder poner a secar nuestros remojados pertrechos. La pulsera electrnica del Cronista, "a prueba de salpicaduras" ha exhalado su ltimo suspiro ahogada en la borrasca.
Aparece tambin un padre colombiano con su hijo, que seguirn nuestras mismas etapas a partir de ahora.
Como sigue lloviendo, no tenemos otra alternativa que encerrarnos en el Barn. Con su mejor voluntad, ensean al Cronista a jugar al mus. Finalmente pierde con todo merecimiento, pero con el orgullo intacto, eso s, la pareja formada por el nefito y Javier.
Transcurrida la tarde y tras una somera cena, nos acostamos para madrugar al da siguiente



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Blog creado por PUMA el 17/09/2008

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